Punto 5º de la Teoría del
Bien Común
El balance financiero pasa a
ser un balance secundario. El balance financiero pasa de ser un fin a un medio
y sirve para lograr el nuevo objetivo de las empresas (la contribución al bien
común). Los excedentes del balance se pueden utilizar para realizar nuevas
inversiones, siempre respetando las reglas del Bien Común, la amortización de
préstamos; reparto limitado entre empleados; así como préstamos sin intereses a
otras empresas. Nunca se deben usar los excedentes para: inversiones en
mercados financieros, adquisiciones hostiles de otras empresas, reparto de
dividendos a personas que no trabajan en la empresa, así como donaciones a
partidos políticos. A cambio las empresas no deberán hacer frente al impuesto
sobre el beneficio de las sociedades.
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